Juan José Mocciaro
Canal 5 había
realizado un concurso de preguntas y respuestas sobre Rosario. En su segunda
edición, que nunca llegó a realizarse, llamó a inscribirse para tomar una
evaluación y de ahí poder concursar.
Me anoté y la evaluación se realizó en el
Museo de Bellas Artes “Juan B. Castagnino”, entre más de 100 inscriptos, a mi
lado se sentó un señor que me interrogaba y me dijo: “¿Sabes mucho de Rosario?”.
Le contesté: “No sé si mucho, pero me siento capaz de pasar este examen y luego
veremos”.
Salimos
juntos del museo y se presenta: “Mi nombre es Juan C. Yapur”. Me invitó a tomar
un café y me empezó hablar de la mafia en la ciudad y le comenté que yo también
era un estudioso del tema. Cuando terminamos de intercambiar lo que sabíamos
cada uno del tema me dice: “te voy hacer un regalo” Y me cuenta que una noche
pasaba por calle Santa Fe frente a la Jefatura de Policía y estaban en un
contenedor tirando un montón de carpetas, se acercó y preguntó: “¿ Puedo
curiosear?”. Le dijeron que sí, porque eran todas cosas viejas y buscando ve
una carpeta con el título “Mafia” y en ella se encontraban los prontuarios de:
Juan Galiffi, alias” Don Chicho Grande”, donde consta de nacionalidad italiano,
42 años, casado, trigueño, ojos pardos, estatura un metro sesenta y cinco,
comerciante, sabe leer, domicilio Balcarce 833 y donde figura que ingresó a la
Jefatura el 17 de noviembre 1934 y a los dos días ingresa al Penal.
En el diario
del preso figura que el 10 de abril de 1935 en el oficio nº 415, el doctor
Alberto Baldrich ordena su inmediata libertad por haber sido sobreseído
definitivamente en la causa, siendo de inmediato trasladado a la Jefatura de
Policía por existir en su contra decreto de deportación del país.
También
estaban los prontuarios de los hermanos Amato (Antonio y Vicente) de gran
actuación dentro de la mafia rosarina, los hermanos Bue, Juan y Esteban Curaba,
José Cuffaro que en octubre de 1923 cae preso por extorsión y homicidio, como jefe
de una banda y acusado del asalto al tren nº 20 de FCCA, así y todo queda en
libertad en marzo de 1925.
El asalto al
tren nº 20 tuvo gran repercusión en la ciudad. La mafia buscaba otros rubros, Pedro
Alessi había trabajado durante cinco años como guarda del FCCA, fue declarado
cesante por economía y se hizo fotógrafo ambulante, como ex guarda estaba al
tanto de las recaudaciones de las boleterías de las estaciones que se llevaban
a Buenos Aires y le ofreció el plan a Cuffaro.
Todo se
planificó en un almacén de calle Moreno y 3 de Febrero, el tren venía de
Tucumán hacia Buenos Aires, algunos de ellos subieron en la Estación Rosario
Central y se ubicaron cerca del furgón que transportaba el dinero, antes de
llegar a la Estación de Coronel Aguirre redujeron a los guardias y tiraron las
cajas fuertes a un descampado, en sulky los esperaba Cuffaro y Curaba, donde
solo pudieron rescatar una sola y una bolsa (que al abrirla contenía
estampillas) y ante la llegada de la Policía no tuvieron tiempo de rescatar más
cajas fuertes y el botín fue bastante magro. (1)
En un
concierto mirando el programa leí que el primer violín del Quinteto Municipal
de cuerdas se llamaba Leandro Curaba, cuando terminó la función me acerqué y lo
consulté sobre Juan Curaba de la mafia y me contestó: “Era mi abuelo”. Y le
regalé una copia del prontuario que la aceptó con mucho gusto.
(1) Fuente de Osvaldo
Aguirre, periodista de La Capital y autor de varios libros sobre la Mafia en la
Argentina y con él me entrevisté para que me dedique su libro y también le
entregué copias de esta documentación en agradecimiento a su trabajo sobre este
tema.
¡Que buena historia! ¿No había algún Mocciaro por las dudas?
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Cuántas inqietudes ponés de manifiesto en este relato! Me sorprende y me encanta.
ResponderEliminarCariños
Susana Olivera
Muy lindo relato
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