Por Juan José Mocciaro
juanjosemocciaro@gmail.com
En mi tercera visita a Gangi, en
Sicilia (2012), tenía una materia pendiente que cumplir: visitar el Palacio del
Cavallieri Giusseppe Mocciaro, que en la actualidad era privado. Lo había adquirido la Familia
Migliazzo.
Después de varias gestiones
realizada entre el dueño y el intendente de la ciudad, me hicieron recorrer el
mismo donde en cada pared y techo había pintados unos frescos de la época
medieval y, algo más contemporáneo, un cuadro de Giuseppe Garibaldi, todos muy
bien mantenidos porque habían sido restaurados hacía poco tiempo. Bibliotecas y
muebles de la época engalanaban dicho palacio.
En esa recorrida no dejaba de
preguntarme: “¿Mi apellido será descendiente de este Barón?”.
El dueño me comenta que cuando
compró el Palacio vino incluida una capilla llamada San Juan y tenía una
sorpresa para mostrarme. Al abrir la puerta, veo un ataúd de hierro y me dice: “Ahí
está embalsamada la Baronesa Concetta
Mocciaro que murió con solamente 19 años”. Sacó de su bolsillo una llave de
grandes dimensiones, como se usaba en la antigüedad, y su cabeza era de oro
macizo; abrió el ataúd y entre tres personas tuvimos que levantar la tapa de
hierro muy pesada, donde al costado había una lámpara (tipo la de Aladino) grabada hacia arriba con
la fecha de nacimiento, 10-9-1903, y una hacia abajo, 6-1-1922; y a través de
un vidrio la puede observar.
A través de un vidrio la pude observar. Realmente, para mí, fue una
experiencia única lo vivido en ese lugar. Una cosa que me llamó la atención fue
que las flores naturales mantenían el color y no eran plásticas. Y, así, me pude encontrar con los antepasados
que llevan mi apellido. También en dicha capilla existe un osario de los
Mocciaro.
Ahí nomás, le dije a mi esposa:
“Cuando me llegue la hora tenés que traer mis cenizas y dejarlas acá. Sería volver al pasado de donde vinieron mis ancestros”.
Excelente historia amigo. Te has remontado a principio del siglo XX.
ResponderEliminarTu experiencia es digna de ser contada.
Un abrazo.
¿Era hermosa? ¿Estaba vestida? ¿Cómo era su pelo? ¿Se sabe algo de ella? ¿Por qué murió tan joven? ¿Tuvo amores? Me ha dejado curiosidad esa hermosa historia tuya. Tal vez todas las respuestas a mis preguntas sean material para otra historia.
ResponderEliminarCariños
Susana Olivera
gracias por las devoluciones, prometo que esta historia continuará ............................
ResponderEliminarMuy bueno tu relato!
ResponderEliminarLeo el comentario de Susana O y se me ocurren las mismas preguntas y mas. Era de tu flia? A investigar para deleitarnos con nuevas historias.
ResponderEliminarLeo el comentario de Susana O y se me ocurren las mismas preguntas y mas. Era de tu flia? A investigar para deleitarnos con nuevas historias.
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