martes, 12 de agosto de 2014

Reflexiones

Por Ana María Miquel

Siento como si fuera caminando lentamente por un hermoso camino, que es la vida. A mi lado pasan raudos y veloces los más jóvenes. Y siento que también a toda prisa avanzan gateando los bebés. Mientras que un gran número de Adultos Mayores, seguimos a paso lento hacia la misma meta: aprender a manejar los medios de comunicación y la tecnología.
Si hacemos un curso para aprender su manejo, siempre nos quedamos con la mitad sin entender, si pedimos ayuda nos responden: “Jugá con la computadora o la tablet o el Blackberry y vas a ver como sola aprendés”.
Como no nos podemos quedar afuera del mundo, es que realizamos nuestros mayores esfuerzos de concentración y voluntad para lograr el fin, es decir, manejar la comunicación y la tecnología.
En un momento recapacito y pienso: “Qué maravilla haber conocido el mundo sin tanta comunicación y tecnología”. Porque de esta manera puedo valorar lo que tenemos en el día de hoy, cosa que no pueden hacer ni los jóvenes, ni los niños. Ahora necesitamos conectarnos con otra persona o investigar sobre un tema y simplemente nos sentamos frente a la computadora. Tenemos que escribir algo y ya no usamos ni las máquinas de escribir en las que cada tecla debías apretarla con un martillo, ni tampoco las eléctricas que eran una fiesta, también te sentás frente a la computadora y luego vas a la impresora.
Cuando alguien se iba de viaje y esperabas noticias, ya sabías a la hora en que pasaba el cartero y salías a la calle a preguntarle: “¿Hay algo para mí? Ni hablar si se había ido fuera del país, allí sabías que debías esperar como mínimo de veinte días a un mes para tener noticias. Ahora recibís un mensajito por el Whatsapp desde cualquier lugar del mundo y ya te quedás tranquila. Y, al mismo tiempo, se entera toda la familia, ya que instalás el “Grupo Familia” y no hace falta juntarse los domingos a comer los fideos, porque durante toda la semana estuviste conectado con todos.
Cuando fue la Revolución Cubana, me acuerdo que toda la familia iba a la casa de una tía que tenía esas radios cuadradas y grandotas de madera a determinada hora de la noche a escuchar Radio Colonia del Uruguay, que ellos nos cantaban la justa, sobre cómo se estaba moviendo Fidel Castro y el resto. Ahora, querés saber qué está pasando en la Franja de Gaza y simplemente ponés el canal de noticias internacionales y ya te enterás, y de muy buena fuente, de los últimos acontecimientos. Cuántos heridos, cuántos muertos, cuántos atentados y lo mismo para una catástrofe climática, ya sea un terremoto o un huracán o alguna de esas otras calamidades que ocurren en el mundo.
Podría seguir escribiendo sobre la Comunicación, pero quiero dedicarle un poquito a la tecnología, la cual ayudó muchísimo a las mujeres. Ahora, la mayonesa se vende en cualquier lado, con infinidad de marcas, tamaños y sabores. Antes, solo la hacíamos para las fiestas importantes, revolviendo con dos tenedores las yemas de huevos y agregando el hilito de aceite. ¡Ojo! Si estabas indispuesta, no podías hacer mayonesa porque se cortaba. Además, no podía durar más de veinticuatro horas. Lo mismo con la crema chantilly. Si querías recalentar comida, se recurría al consabido “Baño de María”. Ahora, vas al microondas. Si querías hacer un juguito de naranjas o de frutas, recurrías a los viejos exprimidores, ahora tenés procesadoras, jugueras y no sé cuántas cosas más. Para el café, había que empezar por moler los granos y después tener bien limpia la bolsita de tela para filtrarlo. Ahora, lo tenés instantáneo o directamente la cafetera que se encarga de todo. Si querías hacer una tarta, tenías que comenzar por hacer la masa, al igual que para las empanadas. Ahora, vas al supermercado y las compras están hechas. No me tengo que olvidar del detergente, a cambio del jabón blanco o lavasa para lavar los platos, como tampoco de la leche en polvo para no esperar al lechero que venía con el carro y los tarros.
La lista sería interminable, la puedo recontar en mi día a día y por eso valoro y admiro todo lo que tenemos con respecto a la informática y tecnología, pero no quiero dejar escapar los afectos y valores, que deben mantenerse inalterables porque son los que movilizan al ser humano y en consecuencia a la sociedad.
No todo lo pasado o lo actual es lo mejor, el secreto está en saber adaptarse a las circunstancias y encontrar el equilibrio.


8 comentarios:

  1. Ana María: Me gustan estas reflexiones . Todo lo que dices lo viví . Si pudiéramos poner todo lo que bulle en nosotros... Sigamos para mostrar el tema de los VALORES de siempre. Cambiantes? hacia dónde? . Preparemos algo. NORA NICOLAU

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  2. Seguí las indicaciones de Carmen y logré ponerlo. Si me equivoco de rectángulo, me quedó sin el escrito. Por fin...NORA

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  3. Qué bueno tu texto, tan difícil de elaborar, dado -que como vos lo llamás- son reflexiones sobre la realidad que nos toca vivir... Qué bien señaladas las dificultades que sabemos tener para manejarnos en este "nuevo mundo". Y como en todos tus escritos, tu "marca" de optimismo y afecto.
    Un abrazo
    Susana Olivera

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  4. Queridas chicas, gracias por sus palabras. Pero me pregunto, tanto Nora como Nora Nicolau, son la misma persona? Porque si es así, debemos darle las felicitaciones porque acertó con el "dedito", ja...ja... Y Susana, te agradezco tus palabras, tan lindas como siempre. Te extrañé ayer. Un beso a las tres o a las dos. Ana María.

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  5. Sigo practicando,Ana María. En el segundo anónimo soy la misma. Saludos.

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  6. Muy Bueno! Hay que srguir con los valores!

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  7. Querida Ana Maria, los que conocimos otras épocas sabemos la diferencia, sobre todo al recordar aquellos tiempos donde encontrar un teléfono público que funcione era una utopía, hoy los chicos tienen su celular. Lo lamentable es la involución de los valores éticos como así también la disgregación del núcleo familiar. Hoy técnicamente estamos rodeados de aparatos que nos brindan comodidad y confort, que nos ponen en el compromiso de adaptarnos a ellos mientras los jóvenes no entienden como pudimos vivir sin toda esta parafernalia.
    Muy buena reflexión Ana.
    Un abrazo.

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  8. Cuantos recuerdos me trajeron tus reflexiones y cuanto en común- Uso la tablet pero cuando toco algo indebido, recurro al vecino porque la flia no puede. Cuesta la tecnología pero ayuda.

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