miércoles, 17 de octubre de 2018

El beso

Mirta Prince

Hoy quisiera contar los recuerdos más vividos de mi existencia.
Transcurría la escuela secundaria. Bailecitos, encuentros, salidas, etcétera. Con uno de mis compañeros de curso habíamos empezado a encontrarnos en esos lugares cada vez con más asiduidad.
En una de las tantas veces caminábamos de regreso a casa. Sobre el cielo la luna nueva se miraba y su luz se espejaba en los pastos. Era una noche excepcional.
Por entre los árboles, las estrellas plateadas cual si fueran mariposas aparecían y desaparecían.
El barrio, tranquilo. Solo se escuchaba el paso del tren, con un tintineo vibrante, persistente.
Hasta que, promediando el camino, llegó el momento y próximos a un camión de hacienda nos dimos el primer beso.
Recuerdo que respirábamos el aire fresco de los fresnos mezclado con el olor flatulento de la jaula. Rápidamente nos corrimos, deteniéndonos en el centro de la vereda, precisamente en la esquina iluminada tenuemente.
Al darnos el beso quedé inerte, solo pensé ¿será real o prestado?, ¿existirán esos besos?
No me podía dormir y con aires de catedrática elaboré una conclusión, tomando nota:
Bueno. ¿Qué es un beso?
Un beso es el arte de presionar los labios.
Sensación de bienestar.
Romanticismo.
Alegría intensa.
Ritmo del corazón.
Respuesta hacia el amor… y, así, se me agotaron conceptos e ideas
El amor era muy importante para mí. He sido amada y también amé. Me casé joven, precisamente con mi compañero de secundaria. 
Pienso que el amor verdadero necesita libertad. Estimo que esa época tan remota y extraña, fue como un cuento donde suelo verme como una jovencita silenciosa y apasionada, en el recuerdo de una luz de sueño iniciado allá por los sesenta y algo, donde juntos formamos nuestra entrañable familia.

2 comentarios:

  1. Fue más que un beso, era el comienzo de la aventura de la vida. El beso solo fue una escusa...
    Bello relato Mirta.
    Un abrazo.

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  2. "Éramos tan jóvenes", ¿verdad?. Hermoso recuerdo de épocas pasadas.
    Susana Olivera

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