Graciela Elías
Soy Graciela
Elías. Actualmente, estoy trabajando como contador asesora de algunos pocos clientes.
Además, desde hace dos años, soy jubilada de la docencia, que ejercí a nivel
secundario y universitario durante cuarenta y ocho años.
Al jubilarme y
además fallecer mi socio en la profesión, primero me angustié, la sensación de
vacío era grande. Sentí que estaba llegando al final.
Pasado algún tiempo,
comprendí que solo había entrado en otra etapa de mi vida.
Decidí encarar la profesión
buscando a alguien que trabajara al estilo nuestro y lo logré. Hoy es mi mano
derecha y espero que sea mi heredera. Esto me dio paz y seguridad para seguir,
con pocos clientes, pero seguir.
Entonces, me pareció lógico tratar de buscar
nuevos objetivos para vivir bien con todo lo demás.
Pensé, pensé y
concluí que deseaba entrar a transitar por aquello que aún no había
experimentado. Sabía por mi primo de este espacio que brinda la UNR. Buceé en
todos los cursos propuestos y me decidí por aprender a expresarme de forma más
poética que lo hecho con tantos informes técnicos. La elección fueron los
cursos “El Club del Cuento Lúdico” y “Contame una historia”.
“Contame una
historia” me encanta, disfruto. ¿Por qué? Porque la propuesta de armar la
historia a través de nuestras propias historias me pareció la forma cuasi
perfecta de hacer Historia. Porque me sentí como pez en el agua con el grupo,
algunos recurrentes asistentes, que reciben con buena onda a los noveles.
Porque el respeto predomina y esto anima. Porque me doy cuenta que de alguna
manera logramos catarsis nunca sospechadas.
Finalmente,
¿casualidad? En ambos cursos siento que estoy en mi lugar transcendental ¡un
aula!, con el maravilloso tufillo que destila la buena confluencia entre profes y alumnos. Lo vivo hoy con
alegría y me acompaña permanentemente el recuerdo de tantos y tantos alumnos
que hicieron de la docencia mi compañera de vida.
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