Patricia
Pérez
“Ay mi amor… sin ti no entiendo el despertar
ay mi amor, sin ti mi cama es
ancha
ay mi amor, que me desvela la
verdad
Entre tú y yo la soledad, y un manojillo de escarcha”
El piso del patio del fondo era irregular. Atrás
se encontraban los cuartuchos para guardar cosas.
Allí, escuchábamos el Winco con sus discos de
pasta, que las púas hacían saltar los sonidos de mi alma.
Era verano y estábamos terminando el año de
facultad.
La luna intensa alumbraba las piedras del patio
y las estrellas hacían un techo sobre nuestras cabezas.
El “Nano Serrat” estaba en su esplendor y
cualquier ocasión era buena para escucharlo.
Estábamos conociéndonos y las coincidencias
eran muchas. Admiradores de Joan Manuel, pasábamos largas horas escuchando ese
LP (long play) que tenía canciones para deleitarnos.
Pero había una especial que erizaba nuestra
piel, al oírla corría por nuestro cuerpo la emoción.
Era la historia de un amor imposible “Romance
de Curro ‘el palmo’”, un bufón y una gitana; pero ¡era tan hermosa!
Pasaron los años, aún admiradores de Serrat, está
impresa en nuestros corazones aquella canción, que en el verano del 75 nos
transportó a un mundo de fantasía.
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