Ana Ratti
Todas las tardes, haya
sol, llueva, esté nublado, sea invierno o verano, pasa el churrero. Siempre lo
he escuchado, pero ahora que estoy atenta para poder contar historias recuerdo
la siguiente. Durante mi infancia y adolescencia o yo era muy lenta o mi
familia corría a todos lados. Mi abuela me decía con plato en mano, corré,
apurate, se va el churrero. Yo contenta y ansiosa lo llamaba, él daba su vuelta
en la bicicleta trayendo la mercadería. Así, compartía la merienda con ella.
El apuro una expresión
que resuena en mi recuerdo. Mi madre, mi tía y mis primas concurríamos a la
plaza con frecuencia. Llegábamos y nos decían: “Corran, corran, allí hay un
banco vacío”. Nosotras, raudamente, ocupábamos victoriosas el lugar esperando
la llegada de los mayores. “Apúrense suban rápido a la calesita, tomen un
caballito así sacan la sortija y se ganan un viaje”, nos decían. La prisa
siempre se relacionaba con alcanzar algo gratificante. También estaba relacionada
con las obligaciones: “Corramos o perdemos el tranvía”. Luego, el colectivo o “rápido
subí al auto”.
Mi padre tenía un auto blanco marca Renault. Estoy
citando la década del sesenta. Me encantaba pasear en él. Cierto día arrancó y
yo quedé esperando en la vereda. Por supuesto, retrocedió y exclamó: “Rápido,
subí. Pensé que estabas dentro”. Yo siempre iba en la parte trasera y mis
padres adelante conversando animadamente, quizás por ello no se percataron de
mi ausencia. Lo recuerdo con humor. Seguramente, esa era mi percepción y así
quedó selectivamente grabado en mi recuerdo. Consigna familiar: rápido será por
eso que el tiempo pasó como un soplido.
Las
vivencias infantiles no tienen límite de tiempo. Cuando uno llega a adulto los
tiempos se acortan y repito la historia de mis antecesores. Les digo a mis
nietas: “Apúrense, tomen la leche, agarren la mochila”. El paso inexorable del
tiempo que se hace lento en la infancia y se nos termina rápido en la adultez.
Gracias al sonido de la corneta del churrero se despertó esta historia reflexiva
que no por ser tan simple se borró de mis recuerdos.
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