martes, 21 de mayo de 2019

Mi primer trabajo


Eve Coronel

Considero a dos como mis primeros trabajos: uno no rentado y el otro rentado.
El primero, cuando tenía alrededor de seis años y hasta cerca de los once, fue de boyero.
Para quienes no conocen la tarea: el boyero es el encargado de cuidar los animales, en mi caso vacunos; mientras se alimentan para que no salgan del sector asignado y para que no invadan otros campos sembrados o reservados.
Se realiza de a pie o a caballo, dependiendo de las distancias y ello determina la facilidad o dificultad de la tarea; ya que a pie los animales no se muestran muy obedientes pues detectan la debilidad del cuidador; en cambio, el caballo impone orden y no dan ningún trabajo.
En general, es una tarea que realizan los niños.
Cuando se aprende a leer es un trabajo muy agradable e interesante, ya que permite leer muchísimo.
Mi primer trabajo rentado fue de medio tiempo a los quince años, en una agencia de marcas y patentes.
La tarea consistía en buscar, en enormes ficheros, si determinadas palabras eran marcas registradas. En ese tiempo no existían bases de datos, así que había que buscar en fichas ordenadas alfabéticamente la palabra o combinación de palabras exactas o aproximaciones con dos o tres letras diferentes o términos que sonaran parecidos.
Es un trabajo ya obsoleto y perimido, como el de una compañera del secundario, que trabajaba en una agencia controlando los minutos de propaganda en tevé y radio. La tecnología los dejó en el tiempo.

2 comentarios:

  1. Dicen que todo tiempo pasado fue mejor, quizás seria mejor decir que fue diferente y como todos comenzamos desde abajo realizando tareas hoy inimaginables. El mío fue envolver manubrios de bicicletas por cincuenta centavos de los años cincuenta. Lindo relato.
    Un abrazo.

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  2. Todos tuvimos una primera vez. Lo mio fue vender rifas de la Vigil para ayudar a que mis padres me paguen el viaje a Bariloche.

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