miércoles, 29 de octubre de 2014

Mamá

Por María Rosa Fraerman

Estás ahí, silenciosa y explosiva, atenta, algunas veces distante, como recordando tiempos, esos en que solo vos tomabas las decisiones.
Siempre fui la nena, tu nena, nunca me llamaste por mi nombre. Pobrecita la nena. Que caprichosa es la nena ¡La nena más buena! y hoy, decís que soy la nena más loca.
Me sobreprotegiste tanto que no me dejabas crecer: “No laves los platos, el Pul Oil te va a arruinar la manos. Dejá, los lavo yo, vos anda a jugar”. Nunca me pegaste ni un chirlo y eso que me lo merecía, por contestadora y callejera.
Jamás escuché una queja tuya, aceptaste con humildad la realidad que te toco vivir.
Mamá, ¿te acordás cuando a fines de de década de los cincuenta íbamos a comprar hielo para la heladera al Frigorífico La Florida? Yo quería que me llevaras a upa y tú caminabas más de cinco cuadras dándome el gusto, eran mis primeros caprichitos.
Cómo disfrutaba de las noches de verano tarde en la madrugada en la puerta de casa, espantando los mosquitos con una rama de paraíso hasta que me quedaba dormida, acurrucando mi cabeza en tu hombro.
El ventilador mucho no lo podíamos usar, decías que me iba a resfriar: “Mejor te apantallás con este cartón”.
Cuántas noches de invierno te despertaste para taparme, las veces que me llevabas el desayuno a la cama, me decías: “Dormí un poquito mas que es temprano”; aunque eran las diez de la mañana.
“¡Bajá de esa bicicleta que te vas a caer!”
“No vayas al rio, ¿a ver si te ahogas…?”
“Abrígate que te vas a resfriar”.
“Toma la leche que vas a tener hambre”.
“No estudies tanto, te vas a cansar…”
Mamá déjame crecer me vas a asfixiar.
Ya pasaron casi 60 años y seguís protegiéndome igual que cuando era una niña.
Hoy, con tus noventa y dos años, es un milagro, cuando cada mañana al despertar me decís:
Buen día nena.

Buen día mamá.

5 comentarios:

  1. ¡Buen día felicidad! porque ella aun está lúcida a tu lado brindando la alegría de su presencia. No todos tienen ese placer...
    Un abrazo.

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  2. María Rosa ¡qué suerte tenerla con vos todavía!. Besos!

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  3. Buen día, nena. Buen día, mamá. Increíble como palabras tan simples pueden conmover hasta las lágrimas.
    Qué hermosaseñora!!
    Susana Olivera

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  4. Cuando lo leíste en clase sonreí. Al leerlo me salta una lagrima al imaginar a tu mama enumerando consejos que solo la madres dan sin tener en cuenta la edad de sus hijos.
    Disfrútala.

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  5. Qué suerte que todavía está a tu lado y sabiendo quien sos vos. Cuidala mucho y felicitala por su lucidez. Cariños. Ana María.

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