miércoles, 29 de octubre de 2014

Homenaje a mi madre

Por Paquita Pascual

¡Qué difícil se me hace rescatar de mi atormentada niñez recuerdos felices! Pero sí, hubo un episodio en que mi nostálgica memoria invade de ternura mi alma.
En tiempos de guerra era muy difícil que a un niño se le compraran juguetes. Tampoco al niño se le hubiera ocurrido pedirlos; pero a mí me volvía loca un diábolo.
Ese dichoso juguete consistía en dos círculos de goma de distintos colores unidos por un aro de metal, una soguita muy fina y dos palitos.
Lo había visto en el recreo de mi escuela, donde unas niñas que no eran de mi grupo jugaban con el. Mi exagerada timidez me impedía pedirles que me lo prestaran. Así que mi pequeña figura se sentaba en un banquito y observaba como el taco era lanzado al espacio con un palito y con el otro lo rescataba.
Posiblemente lo había comentado en casa o la increíble intuición de mi madre lo percibió. Pero un día, al volver del colegio, mamá con esa ternura que tienen todas las madres me dijo: “Hazte la cama que no tuve tiempo de hacerla”.
No me extrañó el mandato, pues otras veces lo había hecho; pero cuál fue mi sorpresa cuando al levantar la almohada descubrí una caja rectangular. No quería abrirla, me temblaban las piernas. Sabía lo que había… Sí, allí estaba ese maravilloso juguete que tanto deseaba.
Hoy lo recuerdo y se me eriza la piel. ¿Cuantos días sin comer su pan habrá pasado mi madre? Eran épocas de racionamiento.
Ese maravilloso recuerdo me hace pensar que sin pan puedes vivir, pero no sin amor; y ¡yo fui criada con mucho amor!

5 comentarios:

  1. ¿Entenderían los niños de estas últimas generaciones el significado de tus palabras? Tuve una madre así, tu relato me lleva lejos hacia aquel tiempo donde no entendía el porque no podía tener lo que otros si. Pero tuve mucho amor...
    Gracias, Un abrazo.

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  2. El amor nos hace "grandes". Es el mejor legado que nos pueden dejar y que nosotros podemos dejar a los nuestros!

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  3. Imposible medir el amor de una madre. Lo demostrás en tu tierno relato.
    Cariños
    Susana Olivera

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  4. Si una madre es capaz de esos sacrificios por un juguete para su hija, es imposible imaginar de lo que es capaz frente a un hijo enfermo, no? Cariños. Ana María.

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    1. La mejor herencia es el amor, y a vos te dejaron una gran riqueza. Qué orgullo !!! Cariños

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