martes, 28 de octubre de 2014

Horas

Por Carmen G.
           
…regreso lentamente desde algún lugar
recóndito de mi memoria.
Una ventana, semiabierta a la tarde, lo hace posible,
la luz crepuscular se filtra trayendo
la voz silenciosa de la noche que
irremediablemente se acerca, estremeciendo
con un raro placer mi cuerpo, mi alma…

Tal vez no sabía que hay horas
en que los recuerdos se adueñan del espacio,
que nos envuelven, apoderándose de nosotros.

Esta hora, este crepúsculo ha despertado en mí

la imagen de mi antigua casa y, otrora mi familia.

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