Teresita
Giuliano
En las décadas del 60 y 70 era muy común ver en
las contratapas de las revistas (“El Tony”, “Intervalo”, “Dartagnan”),
publicidades que promocionaban cursos por correspondencia.
Ofrecían diversos métodos para alcanzar una
especialización y un título “en la comodidad de su hogar”: “aprenda estudiando,
aprenda jugando, aprenda mientras duerme (¡con dormifonética, un método revolucionario!), aprenda practicando…”
La temática de los cursos abarcaba todas las
profesiones y aún más, se podía estudiar desde “Electricidad del automotor”
“Cerrajería”, “Cerámica”, pasando por “Enfermería”, “Locución”, “Azafata”,
hasta “Detective privado”, “Técnica de Bonsái” o “Marina mercante”, entre
otros.
Se solicitaba enviar un cupón con los datos del
interesado y a vuelta de correo, se recibiría la primera clase o folletos
explicativos gratis.
Contaba con diez años de edad cuando convencí a
mi hermano Wally, dos años menor, para que completáramos los cupones para
estudiar “Fotografía”, él; y “Dibujo”, yo. En el casillero donde nos pedían la
edad, impunemente declaramos 18 años, él; y 20, yo.
Ensobrar los cupones, escribir la dirección,
conseguir el dinero para las estampillas y enviarlos por correo fue apenas un
trámite. Había que esperar unos días.
Por supuesto, mamá y papá no se habían enterado
y yo, la mayor, no medí las consecuencias. Creo que llegué a pensar que nunca
nos iban a mandar nada hasta que llegó el cartero con sendos sobres dirigidos a
mi hermanito y a mí.
¡Conmoción en el hogar!, ¿qué podía haber
pasado?, ¿por qué habían mandado tal material a dos niños?
Ante tanta confusión y cuestionamientos, tuve
que confesar mi autoría y participación en el hecho, recibiendo una de las
mayores reprimendas que recuerdo.
Los
sobres con las primeras lecciones siguieron llegando y al no recibir respuesta
de los “estudiantes”, enviaban notas con argumentos para convencernos de
continuar los estudios. Y con cada carta, los reproches de mi madre.
Luego
cesaron los envíos, quedando la travesura como un recuerdo risueño dentro del
anecdotario familiar.
Yo hice el curso de dibujo "Maine Color".Todavía guardo la carpeta con los dibujos.
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