Por Luis Alberto Zandri
La conocí cuando tenía 5 años y
ella 6. Lidia era su nombre. Desde allí en adelante nos hicimos amigos íntimos
hasta mis 16 años, cuando pasamos a ser novios.
Ella siempre decía que no quería
un novio que fuera menor y también manifestaba que nunca se iba a casar.
Por lo tanto, yo como amigo y
además un año menor que ella no me asignaba ninguna chance de éxito de
convertirme en su novio. Cuando ella tenía 17 años ya había tenido dos o tres “filitos”,
como decíamos en esa época. Así que, como temía perderla, me decidí a
declararme y, para no fracasar, como me tenía màs confianza, lo hice por
escrito.
Lo que sigue lo escribí en 1964
cuando tenìa 20 años:
“Hace mucho tiempo que de vos
estoy enamorado,
para mí eras el amor imposible,
pero una vez más quedó comprobado
que todo se logra, hasta lo increíble.
Para anunciarte mi amor,
mucho me hubo costado,
feliz estoy de haberlo hecho
por habértelo declarado.
Cuando se entra en un baile,
dicen que hay que bailar,
y aunque el asunto esté que arde
¡Sabérselas arreglar!
Así es que tuvo que suceder,
se presentó la ocasión,
mi honor no quiso ceder
y lo hice por composición.
Me respondiste que debía esperar,
te contesté ‘como quieras’,
¡Esa bendita espera me tenía como
loco!
y tenía mucho miedo de que mi
amor no admitieras.
El lapso de silencio poco tiempo
duró
y pronto vino el ‘¡sí!’ de
aceptación,
una súbita alegría me cubrió,
me moría, si resultaba una negación.
Comenzó nuestro noviazgo
con muchas indecisiones,
era de amor el primer hallazgo
que encontraron nuestros
corazones.
Uno de nuestros primeros paseos,
por el parque Independencia
realizamos,
luego de mucho caminar y varios
rodeos,
por primera vez nos besamos.
¡El primer beso de amor me diste!
esa tarde... estabas adorable,
Es verdad lo que dicen,
el primer beso es ¡inolvidable!
Existía una gran amistad entre
los dos,
cuando nuestro idilio comenzó a
alborear,
a aquella, la reemplazó el amor,
amistad y amor, juntos han de
continuar.
Mucho tenemos que agradecer,
por habernos conocido de antes,
de ese modo nos pudimos querer
sin tener obstáculos
contrariantes.
Recuerdo más tarde, nuestros
primeros besos,
no me cansaba, ni me canso, de
mirarte,
estábamos los dos tiesos,
no sabía cómo hacer, para
abrazarte.
¡Qué sublimes momentos aquellos!
Cuántas ansiedades brotaban,
y ahora, que nuestro romance es
tan bello,
recuerdo a aquellos adolescentes
que en el parque
por primera vez se besaban.
Y nosotros, que somos ellos,
podemos exclamar sin temor,
¡Gracias!
Hemos hallado el amor”.
Muy bueno Luis, felicitaciones.
ResponderEliminarGracias tocayo. Un abrazo.
EliminarQue dulce historia de amor. Es real? porque si no es real, pinta Usted muy bello el amor .Si es real, lo vive muy, pero muy bien. Lo felicito.
ResponderEliminarSi Norma, es real. Fue mi primer y gran amor. Gracias.-
Eliminar¡Qué tierno! Hermoso modo de pelear por lo que se quiere.
ResponderEliminarGracias Marìa Elena por tus palabras.
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