miércoles, 21 de mayo de 2014

Los aromas de mi abuela

Por María Rosa Fraerman    

El canto del gallo anuncia el comienzo de un nuevo día, y ese olorcito a café y pan caliente que mi abuela preparó despierta los sentidos.
Mientras yo remoloneo en la cama, escucho sus pasos lentos, es ella que me trae el desayuno. ¡Lo disfruto tanto!
Aún no me animo a levantarme, es que ese aroma a solcito en las sábanas me invita a dormir un ratito más.
El jugueteo de las ramas contra el vidrio me hace imaginar historias de fantasmas. Tengo miedo, pero el ruido del carro del lechero sobre el empedrado me distrae. A lo lejos, se escucha el silbato de la locomotora de vapor. Ya son las diez, tendré que levantarme.
Es hora del almuerzo, la cocina se empaña de humos y olores, el fuego del brasero tiñe de intenso negro las ollas de aluminio, la sopa de gallina ya está casi lista. Soy la primera en sentarme a la mesa y volver a escuchar esas historias que mi abuela recuerda una y otra vez.
Aprovecho la hora de la siesta para hacer travesuras, el lugar ideal es el inmenso patio. Tengo prohibido entrar al galpón de mi abuelo. ¿Qué habrá ahí dentro? Es muy tentador, no me quedaré con las ganas de investigar. ¡Uuh, herramientas! Que aburrido. ¿Entrar al gallinero será más divertido? Recogeré los huevos para que los prepare pasados por agua. ¡Qué ricos!

El día llega a su fin. Mi abuela dice que una tacita de leche caliente con miel es lo ideal y yo me duermo abrazada a la almohada de plumas de ganso, esperando un nuevo día para disfrutar junto a ella.

8 comentarios:

  1. Qué hermosa descripción de sentidos, sensaciones y amor. Felicitaciones. Ana María.

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  2. Gracias Ana Maria, con todos esas sensaciones y sentimientos recuerdo a mi abuela.
    Maria Rosa Fraerman

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  3. Te leo y te siento tan niña que no puedo imaginarte como mujer madura.
    Siempre llegas con tu romanticismo. Imagino el orgullo de tu abuela si te leyera.

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  4. Gracias Luis, siempre está presente esa niña, y soy yo la que está muy orgullosa de de haber tenido una abuela divina.

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  5. Bellísimo Ma. Rosa, lo contás de una forma que es como si sintiera los aromas y ese aroma a sol que en mi caso está en mis recuerdos, porque ahora tiendo en el lavadaro del departamento.

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  6. Esos olores aún los percibo , están vivos en mi .
    ALICIA pronto tendrás todo el solcito para vos
    Te quiero mucho amiga
    Maria Rosa Fraerman

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  7. Me diste alegría. Mi abuela también me llevaba mates(no café) a la cama y me contaba historias. Bellísimo y gracias por traerme recuerdos dormidos.

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  8. María Rosa, en casa era tan parecido y lo disfruté tanto, que ahora que tengo mis nietos a almorzar en casa, jamás prendo el extractor, dejo que los aromas invadan mi cocina y ellos tratan de adivinar , olfateando desde que entran, qué comidita les preparó su abuela! CARMEN G.

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