martes, 9 de septiembre de 2014

Mi tía Rosa

Por Mahjo

Mi tía Rosa era una persona muy buena y, por lo tanto, yo la apreciaba mucho.
Recuerdo que, cuando mi mamá estaba internada en un geriátrico, ella venía a visitarla todas las semanas, desde Villa Gobernador Gálvez.
Lamentablemente, ella también fue a parar a un geriátrico tiempo después.
Ustedes recordarán que instalar un geriátrico era el negocio del momento.
Bueno, volviendo a mi tía, yo quería agradecerle todo lo que había hecho por mi mamá, de manera que decidí visitarla todos los sábados por la tarde e ir a cebarle mates y a jugar a los naipes durante dos horas.
Ella se ponía muy contenta. Tal es así, que me convidaba con alfajores que le traía el hijo.
Me quedaba hasta la hora de la cena y le ayudaba a comer. También, en las tardes de sol, la sacaba a los bancos de Bulevar Oroño, ya que ella estaba en Oroño y Urquiza.
Cuando ella todavía estaba bien y podía subir escaleras, estaba en la parte alta y lo curioso era que había una pareja que eran novios. Ella tenía 91 años y él 93, y ella todas las semanas iba a la peluquería y, además, jugaba a la quiniela.
Con el tiempo fue perdiendo la vista y ya no podíamos tener tertulias tan largas. Además, al final ya estaba en silla de ruedas.
¿Cómo terminó esta historia? Cuando falleció, mi primo no me avisó nada.
Lo de las cartas fue un disparador de este relato, ya que no me voy a olvidar lo contenta que se ponía cuando la dejaba ganar. Esto transcurrió en los años 90.







5 comentarios:

  1. "La memoria es un monte desde donde observamos el pasado pero tambien el presente y el futuro ( aún en sueño ).
    En el recuerdo tambien hallamos, como en este relato de MAHJO ; la alegria del encuentro, la perdida, el dolor. "

    ResponderEliminar
  2. "La memoria es un monte desde donde observamos el pasado pero tambien el presente y el futuro ( aún en sueño ).
    En el recuerdo tambien hallamos, como en este relato de MAHJO ; la alegria del encuentro, la perdida, el dolor. "

    ResponderEliminar
  3. Mahjo, todo el bien que podemos hacer a otra persona, siempre vuelve por el lugar menos esperado. Tu generosidad, será recompensada. Además, lo más valioso que se le puede regalar a otra persona es el propio tiempo. Y vos lo hiciste. Felicitaciones. Ana María.

    ResponderEliminar
  4. Muchas veces hacer feliz a alguien es tan fácil. Además, estoy segura que la felicidadque uno da, de una forma u otra, vuelve.
    Cariños
    Susana Olivera

    ResponderEliminar
  5. El dar es retribuir lo que han hecho por nosotros, tanta cosas pequeñas que no recordamos, pero fueron haciendo un todo que nos convirtió en lo que somos. Dar nuestro tiempo y afecto es una prueba de gratitud más que una dádiva.
    Muy bello relato Mahjo.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar