martes, 9 de septiembre de 2014

Tardes de cine

Por Ana Inés Otaegui


 Mis amigas del barrio y yo nos reuníamos en la casa de La Chela, ubicada en calle Buenos Aires al 2300. Y, sí. Digo bien: La Chela; costumbre que teníamos de anteponer a todo nombre, con el artículo “el” o “la”. Y allí estaban: El Daniel, La Marga…
 Llegaba el viernes tan esperado y allí nos encontrábamos después de una larga semana. Semana dedicada al estudio, ya que cursábamos la escuela secundaria y todas éramos buenas alumnas.
 Las tardes de los sábados y algunos domingos eran el destino casi obligado de matiné, en los continuados que se daban en los cines de mi barrio.
 Cine Ambassador, ubicado en calle San Martín, no recuerdo bien la altura, pero creo era al 1900. Allí, comenzaba el matiné: de 14 a 19 horas. Proyectaban tres películas. Muchas de ellas eran prohibidas para menores. Hoy, todo el mundo las vería sin restricciones. Películas de amor, de aventuras, de cowboy. “Y ella dijo sí”, nombre del film, cuyo protagonista era el churro de Alan Delon y su compañera Romy Scheneider. Cuando aparecía en la pantalla, todas nosotras, ya que la mayor parte del público era femenino, suspirábamos, y las más atrevidas silbaban.
 Películas de cowboy, ¡cómo nos gustaban! El actor Franco Nero, con esos ojazos azules, enamoraba a todas las chicas.
 En el cine “Rose Marie” fuimos con mi mamá a ver “Caperucita Roja y el Lobo”. Mi hermanito, que tendría unos tres años, se quedó dormido y a buena hora, porque de esa manera, mis hermanas y yo podíamos disfrutar de esa hermosa película sin interrupciones. Otra película muy exitosa, en esos tiempos, fue “El niño y el toro”, donde la principal figura era un enorme toro llamado “Gitano”. ¡Cómo habrá sido el impacto que tuvo en mí, que siempre decía que a mi perro lo llamaría “Gitano” (sueños de niño)!
 En el cine “Padre Claret”, vimos “Martín Fierro”. La verdad es que no tengo lindos recuerdos de esa filmación, ya que muchas imágenes eran de una gran crueldad hacia los indios. No me pareció apropiada para chicos de diez u once años.
 El encargado de la sala controlaba atentamente las entradas, porque más de uno se quería colar. Travesuras de adolescentes. En los intervalos, aparecía el bombonero, pregonando: “Palito bombón helado, maní con chocolate”. Y zarandeaba enérgicamente las cajitas amarillas con tintes marrones.
 Cines “Madre Cabrini”, “San José”, “Rose Marie”, “América”; todos ellos, guardan en mí, recuerdos hermosos vividos en mi niñez y adolescencia.
 Una noticia, empalideció el resplandor del Cine “Rose Marie”. Se incendió, destruyéndose todas las instalaciones. Fue muy triste, en especial para todos los niños que lo frecuentábamos los fines de semana.
 La llegada de los video club, películas en cassette y las video cassetteras hicieron que el cine se traslade a los hogares. Fue en la década de los 80 el boom de esta tecnología.
 El tiempo ha pasado, la adolescencia y juventud quedaron atrás, y hoy, en esos lugares entrañables, se han levantado negocios, templos, centros deportivos.

 “Cinema Paradiso”, película que nos muestra el mundo mágico del cine, siempre está vigente. Nos permite recuperar y rescatar lo maravilloso que es. Cada vez, que la veo, rememoro mis vivencias inolvidables de aquellos matinés.

4 comentarios:

  1. Me encantó tu relato. Y me recordó mi adolescencia o niñez. Creo que te faltó nombrar el pequeño noticiero que había antes de comenzar la función, te acordás? Y Cinema Paradiso realmente una belleza. Felicitaciones!

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  2. Todos los títulos que nombraste yo también los disfruté. Qué hermoso recuerdo: las tardes de cine, qué placer el mundo del cine,los actores de quienes nos enamorábamos. Escribirles para que nos mandaran fotos y hacer un álbum que venerábamos...
    Bella época.
    Susana Olivera

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  3. Qué épocas aquellas!!!! Cómo disfrutábamos de esas tardes de cine y de los churros que aparecían en la pantalla grande!!! Gracias por el recuerdo que ya lo tenía medio olvidado!

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  4. Recuerdos y vivencias de adolencia que evocamos y traemos al presente para darles vida con las emociones y sentimientos del pasado vivido. Hermoso relato
    E.F

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