viernes, 15 de mayo de 2015

“Knorr Suiza”

Teresita Giuliano

Aprendí a leer a muy corta edad, gracias a una vecina llamada María Inés, unos años mayor que yo, que jugaba a la maestra conmigo.
Sus papás tenían un almacén y guardaban la mercadería en un depósito que también utilizábamos para jugar. En una pequeña mesa abarrotada de cajas y frascos de mercaderías nos instalábamos las tardes de invierno.
Allí, María Inés se convertía en “la señorita” y yo en la obediente alumna. Haciendo gala de una creatividad envidiable, debido a la falta de recursos, ya que solo contábamos con papeles y algún lápiz, María Inés aprovechaba lo que tenía a mano… los envases de los alimentos que se vendían en el almacén.
Cómo olvidarme de la “z” que encontrábamos en la palabra “arroz”, de la “s” de “sal” y también la “f” de “fina”; y, así, con todas las letras en todos los tamaños, colores y combinaciones que solo se pueden encontrar… ¡en el depósito de un almacén!.
María Inés era muy rigurosa y me exigía una correcta pronunciación de las letras, así que cuando llegamos a la “k” extrajo con una sonrisa de hallazgo la caja de los cubos para sopa “Knorr Suiza”.
No cualquier alumno principiante hubiera sido capaz de pronunciar esa “k” inicial, pero tampoco cualquier maestro avezado hubiera sido capaz de enseñarla con tal ahínco y dedicación como esa niña con unos pocos años más que yo, que jugaba a ser maestra.
De más está decir que aprendí a leer y pronunciar perfectamente antes de escolarizarme, siendo el asombro de mis maestras cuando, una vez iniciada la escuela, lo descubrieron; pero esa es otra historia.
Después, María Inés fue grande y ya no jugamos más. Se casó y se fue del pueblo.
Hoy que estoy buceando en mis recuerdos, me gustaría verla para decirle: “¡Gracias, señorita María Inés!”.

4 comentarios:

  1. Seguramente, María Inés inició su vocación de maestra con vos. Qué buen recuerdo. Yo creo que todos alguna vez jugamos a la maestra...
    Hermoso
    Susana

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  2. Me encantó, creo que con el ingenio de antaño y sin tantos juguetes o recursos, se lograban muy buenos resultados.Cariños. Ana María.

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  3. Una niña con vocación, un ejemplo a seguir, válido para muchos docentes actuales. Un cálido recuerdo. Me encantó.
    Ofelia

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  4. Teresita!!! Muchísima emoción al leer tus palabras! Maria Ines es mi mamá!! Nos emocionamos hasta las lágrimas!! Muchas gracias por tan hermoso recuerdo.... Gracias de corazón! Nos gustaría saber de vos...
    Lorena.

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