miércoles, 7 de mayo de 2014

La ciudad del tranvía

Por Luis A. Molina

Era otra la ciudad, tranquila y parsimoniosa, con sus calles de empedrado, reminiscencias de otrora. Se caminaba, no había prisa y él era parte del paisaje, con su ruidosa y lenta marcha, la campanilla que anunciaba al motorman, dónde y cuándo detenerse para que descienda un pasajero.
De 27 de Febrero hacia el sur, Ovidio Lagos constaba de una sola vía y cada tanto un desvío por donde se cruzaban los coches para luego proseguir su marcha. Mi mente de niño no entendía eso y con terror veía acercarse de frente al otro coche, tomado fuerte del asiento anterior esperaba el choque que nunca sucedió.
No parecían tan duros aquellos asientos de madera, que se rebatían para cambiar su orientación según la marcha del coche.
¿Dónde quedaron aquellos amarillos que no llevaban de una a la otra punta de la ciudad, los más antiguos todos de madera con una presencia muy al estilo inglés. Los más modernos, con líneas más estilizadas y exterior metálico. Con mis pocos años de niño podía viajar seguro. El 15 me llevaba al centro. Recuerdo por Ovidio Lagos (lo tomaba en calle Montevideo), Mendoza, Balcarce, San Lorenzo hasta Laprida, para retornar por 3 de Febrero.
El 7, que me llevaba de Rosario Norte a Ayolas y San Martín, por Avenida Pellegrini, Mitre, 27 de Febrero, San Martin para volver por Ayolas . El 26 que viniendo del centro por 27 de Febrero tomaba Ovidio Lagos hasta el puente Gallego; el 25 que nos llevaba a través del puente Arroyito a la Florida por el cantero central de Rondeau y así tantos otros llegaban a diferentes puntos de la ciudad, que si bien era menos extensa algunos lugares quedaban alejados de la misma como el cementerio La Piedad o el pueblo de Alberdi y también el lejano frigorífico Swift.
Las anécdotas de la época recuerdan lunas de miel en el tranvía o quienes por el ínfimo costo del boleto podían, en un par de viajes, dormir toda una noche bajo techo.
Los músicos que animaban los bailes de la rambla del Saladillo, viajaban con sus instrumentos en el tranvía y en el regreso se mezclaban con el resto del pasaje que volvía del baile.
Era muy niño, entonces, hoy la añoranza me retrotrae a aquella época donde reinaba la paz (no política, aclaro) y saludar era parte de la vida cotidiana.


11 comentarios:

  1. muy lindos recuerdos, yo lo vivì ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

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    1. Era otra época más tranquila, y hoy pienso que romántica.

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    2. Luis lei tu historia. Me llevaste de paseo por esos lugares. Cuando vine a Rosario a vivir, ya no había tranvías, pero conoci a una persona que fue guarda y nos conto sus experiencias. Los conoci en San Francisco y en Zúrich y me asombro como paraban cuando había un peaton. Siendo niña anduve en Bs As. Puede ser que sonaba una campanilla, cuando bajabas... Muy linda.

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  2. Cuántos viajes en tranvía! Ibamos a la escuela secundaria . Siempre llenos y algunos colgados como racimos en las puertas. Frente a mi casa (calle Córdoba) había dos vías. Pasaban las líneas 10, 13, 16, 17, día y noche los escuchábamos y en la vereda nos cuidaban los mayores cuando andábamos en triciclos y monopatines. (para no aparecer bajo el tranvía).
    Cuántos recuerdos! NORA

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    1. Hermoso recuerdos Nora, lentos, ruidosos pero seguros.

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  3. El único recuerdo que tengo del tranvía fué un día de 1960, con una amiga de mi mamá, dimos toda la vuelta completa, luego no los volví a ver más.
    Luis gracias por compartir tantos recuerdos !

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    1. Te lo perdiste por ser tan joven, tenían un encanto especial, el recuerdo de una época ya lejana...

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  4. El tranvía lo perdimos, nos conformamos con recordarlo, pero las "buenas costumbres" como el saludo y dar las gracias, depende de nosotros mantenerlas. Muy evocativo tu relato. Dan ganas de subirse y seguir contando los tantos recorridos que nos llevaban desde la escuela, las obligaciones, los divertimentos, de los parientes y..... CARMEN G.

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  5. Es verdad, el saludo que aún se estila en los pueblos y las gracias no deberían perderse, ya que nos identifican como sociedad.
    Un abrazo Carmen y gracias .

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  6. tu relato tan descriptivo me llevó a mi infancia, cuando viviendo en un pueblo cercano, venía a pasear muy seguido a la casa de una tía, en esta ciudad.

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  7. Luis: Yo no vivía en Rosario en la época del tranvía. Así que me describiste ese transporte que es símbolo de una época. Gracias por compartir estos recuerdos tan hermosos
    Elena Itati Risso

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